El ser humano es un ser social, desde sus inicios ha buscado los medios para comunicarse con su entorno y convivir. Conforme ha evolucionado, su conducta se ha modificado y ha llevado a la necesidad de establecer reglamentos que regulen al hombre, permitiendo que este pueda relacionarse adecuadamente con la sociedad que lo rodea.
El reglamento es un conjunto ordenado de normas dictadas por la autoridad competente para el cumplimiento y funcionamiento de una actividad. Desde la escuela hasta en casa nos hemos regido por reglamentos, escritos o no, que nos indican los límites y posibilidades que tenemos para realizar una actividad. Nos permiten tener una conducta adecuada en situaciones adecuadas, así como comunicarnos y relacionarnos respetuosa y educadamente.
En relación a las diferentes actividades ambientales, resulta importante el establecimiento de reglamentos que permitan coordinar, así como establecer las conductas para que éstas puedan efectuarse de la mejor manera posible. Además, permite otorgar una sanción por el incumplimiento de las normas que se incorporen, así como las actividades que son restringidas.
En materia ambiental, los reglamentos permiten a las instituciones ambientales la oportunidad de informar a la sociedad las distintas formas en que pueden colaborar y permitir que su labor sea más eficiente. Ofrecen una serie de obligaciones que la institución, así como quienes forman parte o colaboren temporalmente, deberán cumplir, seguido de las sanciones que podrán otorgarse por su incumplimiento. Determinan la conducta de la institución y previenen de cualquier actividad ilícita que pueda llevarse a cabo.
Conocer los reglamentos es de gran lograr una interacción basada en valores con la sociedad. En materia ambiental, permite tratar con respeto al entorno biológico que nos rodea. De no existir, los recursos serían utilizados peor de lo que son ahora, no existiría un límite, millones de especies desaparecerían y, en términos generales, no existiría una sana convivencia entre el hombre y el medio ambiente en que habita.
Conocer los reglamentos es de gran lograr una interacción basada en valores con la sociedad. En materia ambiental, permite tratar con respeto al entorno biológico que nos rodea. De no existir, los recursos serían utilizados peor de lo que son ahora, no existiría un límite, millones de especies desaparecerían y, en términos generales, no existiría una sana convivencia entre el hombre y el medio ambiente en que habita.
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